miércoles, 28 de octubre de 2009

Al viento

de Raimon

Al viento,
la cara al viento,
el corazón al viento,
las manos al viento,
los ojos al viento,
al viento del mundo.

Y todos,
todos llenos de noche,
buscando la luz,
buscando la paz,
buscando a dios,
al viento del mundo.

La vida nos da penas,
ya nacer es un gran llanto:
la vida puede ser ese llanto;
pero nosotros

al viento,
la cara al viento,
el corazón al viento,
las manos al viento,
los ojos al viento,
al viento del mundo.

Y todos,
todos llenos de noche,
buscando la luz,
buscando la paz,
buscando a dios,
al viento del mundo.

domingo, 25 de octubre de 2009

Diary

by Juan José Millás

We must have been some twenty five birds with woman heads (I am telling you right now, this was a dream) and we were flying in an arrow-point formation, the leading post being successively occupied by each of the members of the formation. The replacement happened mechanically, as if the group counted with an internal clock. From the height at which we flew it was possible to make out some sinister-looking cliffs, the edges of which looked like lips. A little further off there was a desert dotted by green blots very distant from each other, populated by grazing animals. Since our eyes were at the front of our faces and not on the sides, like in true birds, we had to turn our neck left and right in order to understand our situation in space.

I knew that I did not belong in that aerial world, but I sensed it was in my interest to pretend, lest I be discovered. Still I ignored whether, in spite of being birds, we spoke (since we had mouths) or tweeted (although we had no beaks). Suddenly the flock began to descend in circles towards a dead camel and I perceived a smell of decay that stirred something in my stomach. I sensed this was a manifestation of hunger, but once we arrived in the ground I did not start eating until other, older birds, opened the animal's belly and brought out its entrails. We acted according to unexplainable norms that were, nevertheless, very efficient, since we all got to eat something, although in different order.

When we had satisfied our hunger one of the birds said "We are leaving". Then I understood that it was possible to speak without seeming suspicious, so I opened my mouth to say something, but out came a squawk that turned all eyes, apprehensive, towards me. Then I woke up, and smartened up. At the office I noticed that my boss had a camel's face and it surprised me that I had not realized it till then. I felt strange among humans as I had before among birds, but I did not say anything, as I ignored whether we spoke there, or barked. After a while the boss started twittering, and I puckered my lips to do the same, but out came a word. They all looked at me with hatred and I woke up again, etcetera.

viernes, 23 de octubre de 2009

Otra vez Olav H. Hauge

Mañana invernal

Cuando desperté esta mañana había hielo en los cristales,
pero me sentí radiante a causa de un buen sueño.
La estufa vertía el calor
de un tocón de madera que había disfrutado durante la noche.

Olav H. Hauge

Olav H. Hauge era un poeta noruego que escribió en nynorsk. Éstos son algunos de sus poemas:


Vivo aquí

Vivo aquí desde hace más de una generación.
Años con viento y estrellas en las altas jarcias
han pasado navegando.
Árboles y aves se han instalado aquí;
yo no.


La verdad

La verdad es un ave tímida,
como el Roc que
llega cuando no lo esperas,
a veces antes,
a veces después.
Algunos dicen que
no existe;
quienes la han visto
se quedan callados.
Nunca he pensado en la verdad
como en un ave doméstica,
pero si lo fuera
ciertamente se le podrían acariciar las plumas
sin encerrarla en algún rincón
hasta que levantara los ojos y las garras en contra nuestra.
Otros consideran que la verdad es
el filo frío de un cuchillo;
es a la vez
ying y yang,
la serpiente entre la hierba
y el carrizo que escapa de entre las garras del águila
cuándo ésta piensa que su vuelo es ya demasiado alto.
También he visto
a la verdad cuando muerta:
tenía los ojos como los de un conejo paralizado.


Eres el viento

Yo soy la barca
sin viento.
Tú eras el viento.
¿Era esta la dirección en que yo quería venir?
¡A quién le importan las direcciones,
con un viento así!

domingo, 11 de octubre de 2009

Michael Moore: ¡Felicitaciones por el Premio Nobel de la Paz, presidente Obama! Ahora gáneselo, por favor.

De Michael Moore, AlterNet
Publicado el 9 de octubre de 2009
http://www.alternet.org/story/143192/
Traducido por Mariano Giampietri


Estimado presidente Obama,

Qué maravilla que hoy se le haya dado reconocimiento por ser un hombre de paz. Sus declaraciones cristalinas y absolutas – que va a cerrar Guantánamo, que va a sacar a nuestras tropas de Irak, que quiere un mundo libre de armas nucleares, que le haya admitido a los iraníes que en 1953 fuimos responsables del derrocamiento del presidente que habían elegido democráticamente, su gran discurso al mundo musulmán en El Cairo, que haya eliminado el inutilísimo término “La Guerra contra el Terror”, que le haya puesto fin a la tortura… Todas estas cosas nos han hecho sentir, a nosotros y al resto del mundo, un poco más seguros, sobre todo en vista del desastre de los últimos ocho años. En ocho meses ha realizado usted un giro de 180 grados y ha llevado a este país en una dirección mucho más cuerda.

Pero…

A nadie se le pasa por alto la ironía de que este premio le haya sido otorgado el segundo día de nuestro noveno año de guerra en Afganistán. En este momento se encuentra usted frente a una encrucijada. Puede tomar el rumbo que le sugieren los generales y expandir la guerra (que resultará en una derrota ya demasiado predecible) o puede declarar el final a Las Guerras de Bush, y traer a casa a todas nuestras tropas. Ahora. Eso es lo que haría un verdadero hombre de paz.

No hay nada de malo en hacer lo que el otro tipo no pudo: capturar al hombre u hombres responsables del homicidio en masa de 3000 personas del 9 de septiembre del 2001. PERO ESO NO ES ALGO QUE PUEDA USTED HACER CON TANQUES Y TROPAS. Busca a un hombre, no a un ejército. Para deshacerse de un ratón no se necesita un cartucho de dinamita.

En cuanto al Talibán, eso ya es otra cosa. Ése es un problema que debe resolver la gente de Afganistán, tal como lo hicimos nosotros en 1776, los franceses en 1789, los cubanos en 1959, los nicaragüenses en 1979 y la gente de Berlín Oriental en 1989. Una cosa segura en todas las revoluciones de gente que quiere ser libre es que, en última instancia, son ellos mismos quienes deben conseguir tal libertad. Puede que alguien les brinde apoyo, pero la libertad definitivamente no se entrega, y menos desde el asiento de conductor de un vehículo militar que ni siquiera es el propio.

Tiene usted que ponerle fin a nuestras actividades en Afganistán ahora mismo. Si no lo hace, en Oslo no tendrá otra opción más que devolver el premio.

Sinceramente,
Michael Moore
MMFlint@aol.com
MichaelMoore.com

P.D.: Su oposición se ha pasado la mañana atacándolo por haber traído tanta buena voluntad a este país. ¿Por qué odian tanto a los Estados Unidos? Tengo el presentimiento de que, si encontrara usted hoy mismo la cura para el cáncer, lo denunciarían por destruir la libre empresa, ya que los centros médicos que se ocupan del cáncer tendrían que cerrar. Luego hay quienes dicen que no ha hecho usted nada para merecer este premio… En lo que a mí concierne, el sólo hecho de haber decidido meterse en ese campo minado de odio e intentar deshacer el daño irreparable perpetrado por el presidente anterior, es algo que aprecio, junto a millones de otras personas. Es, además, un acto de verdadera valentía. Por eso le dieron el premio. En este momento todo el mundo está pendiente de los EEUU –de usted– para que salve al planeta. Literalmente. No los desilusionemos.